Naturaleza

No es de menospreciar la vida natural de Castilla-La Mancha. Los amplios campos que inspiraron a Machado, Bécquer, Cervantes o Unamuno tienen algo de eterno, espiritual y trascendente que nos hace recuperar la paz que olvidamos, quizá, en el alboroto constante del día a día. ¡Qué salud nos da en la vida moderna un día de campo! 

En los alrededores de Villanueva podemos gozar de la amplitud de sus campos, de la antigüedad de sus encinas y el frescor de sus arboledas de ribera. El ojo curioso puede encontrar auténticos tesoros en los atardeceres gloriosos sobre los campos de Castilla, o en las fantásticas noches estrelladas alejadas de las luces de la ciudad.  

Numerosas especies esperan en los campos circundantes para los amantes de la vida natural: zorros, halcones, lechuzas, golondrinas, culebras, codornices… Además, al ser una zona tradicionalmente de caza, podemos disfrutar de diferentes productos como la perdiz. 

Para los amantes del senderismo o de la bici, hay numerosas rutas que podemos seguir para descubrir maravillas de la Mancha prácticamente inexplorada: 

“El Camino de la Trashumancia y Chozas” (20 km)

Nos llevará a recorrer sendas milenarias donde los ganaderos transitaban con sus ovejas bajo los cielos de Castilla, y descubrir ancestrales chozos donde se cobijaban de las lluvias y el frío, y donde se contaban sus historias.

La senda “Por las entrañas del Llano y Cuevas” (23 km)

Nos introduce hacia el Oeste en la Castilla más llana donde, a través de campos de cultivo y chaparrales, hallaremos las cuevas donde los agricultores guardaban sus cosechas.

La ruta de “Los Molinos Harineros” (23 km)

A lo largo del Río Gigüela, nos descubrirá los viejos molinos junto a las especies de ribera, como la rana común o diferentes tipos de libélula. Una delicia para los sentidos.